Francisco De Luna
Zapatos de mujeres veracruzanas desaparecidas/Paco de Luna |
Poza Rica, Ver.-A Rosa, su esposo la descuartizó.
Edith y su hija fueron asesinadas a balazos por el marido. Esmeralda murió al
ser violada. Tania perdió la vida de 14 puñaladas. Otra mujer fue ahorcada y
sumergida en un tanque con chapopote. Mientras que María, recibió tres
machetazos en el rostro que casi le quitan la vida.
La lista de violencia sanguinaria que se ejerce
contra las mujeres en la zona norte es imparable. Los casos son hasta
espeluznantes. La justicia para ellas es débil, no hay detenidos y en su
mayoría las investigaciones están cerradas, aunque en el peor de los asuntos,
jamás se iniciaron las indagaciones.
En este recuento, se abordan algunos feminicidios
desde el 2008 que llamaron la atención por las condiciones en cómo ocurrieron. Tan
sólo de 2008 a 2013, según el INEGI se cometieron 607 homicidios en Veracruz y
desde esas fechas el estado ocupa el segundo lugar nacional por estos crímenes.
El
descuartizador de Poza Rica
A través de un pacto suicida, Rosa García Gayosso de
34 años de edad, fue asesinada por su esposo Samuel Arce García. Él descubrió
la infidelidad y le llevó a descuartizar el cuerpo de la mujer. La cortó por la
mitad a la altura de la cadera, sus piernas desprendidas y metida en una pared
fue el hallazgo de los elementos de la Policía Intermunicipal Poza
RicaTihuatlán-Coatzintla (PIPTC).
Las partes del cuerpo divido fueron encontrados en
una macabra escena, pues la mujer estaba enterrada en un hoyo de concreto,
detrás de una estufa en donde el asesino ocultó el cadáver. Los hechos
ocurrieron el jueves 15 de octubre 2009 y el grado de descomposición originó
olores fétidos, lo que puso de manifiesto a los vecinos por lo que hicieron el
llamado a los de la PIPTC.
Los elementos de seguridad al llegar a la casa, la
escena que encontraron fue una cubeta con residuos de cemento, palas y diversos
utensilios, así como una carta en la que se dio a conocer el pacto suicida.
Los vecinos del domicilio ubicado en Privada
Altamira de la colonia Fausto Dávila Solís hicieron el reporte a la Policía que
a su vez pidieron la presencia del Ministerio Público. Al ingresar, las
autoridades ministeriales encontraron rastros de cemento, palas, cubetas, una
carretilla y ropa de hombre con huellas de sangre.
Al mover la estufa se descubrió un hoyo tapado con
cemento en el que el homicida enterró las extremidades y tronco del cadáver que
después tapó con cemento. En el lugar había un recado con la versión del
homicida en el que relató los motivos que lo llevaron a cometer el asesinato.
En la hoja de papel hace presumir un pacto suicida y Samuel señala que Rosa le
fue infiel con un cortador de naranjas.
Como no lograron acuerdos en la solución al
conflicto -según la versión del homicida– acordaron un pacto suicida. La mató a
puñaladas el 15 de octubre y cuatro días después, él se ahorcó en un bosque de
Xicotepec de Juárez, Puebla.
El
fatídico noviazgo
Esmeralda Gayosso, tenía 11 años de edad cuando fue
violada y posteriormente asesinada en noviembre de 2008. Su cuerpo lo dejaron
dentro de una bolsa. Sus últimos tres años los vivió en la calle, entre
semáforos y limpiando parabrisas en la Plaza Cívica “18 de marzo”, en esta
ciudad de Poza Rica.
Su cuerpo inerte y carcomido se hallaba en un
terreno baldío de la colonia “Villa de las Flores”, un sector donde la poca
iluminación permite toda clase de incedentes.
Esmeralda como todos los niños que viven en las
calles era vulnerable y así fue como dos agresores le arrebataron su vida.
Los zapatos que no volvieron a dejar huella/foto: Paco de Luna |
Los vecinos de la calle “Girasol” avisaron a la
corporación policiaca, luego de que los perros rasgaron las bolsas de plástico.
Así fue como descubrieron el cadáver de la pequeña Esmeralda de apenas 11 años.
En el parte policiaco se leía: Muerte ocasionada a
causa de contusión en el cráneo, luego de ocho golpes en la cabeza, rostro y
cuerpo. Fue atacada por dos delincuentes. Entre los detenidos estaba Osvaldo
Ortiz Ibarra a quien apodaban “El Burro” de quien entre sus antecedentes estaba
el robo y violaciones.
Fue señalado como principal sospechoso, se dijo que
había iniciado un “noviazgo” con Esmeralda y pasearon por el centro un día
antes del asesinato.
Tanía,
el hotel y los asesinos
Era abril 2010, cuando Tanía y su novio fueron
asesinados dentro de un hotel en la ciudad de Poza Rica. Sus agresores entraron
al cuarto, primero mataron a cuchilladas al joven. La sangre quedó regada y
absorbida por las sábanas.
Luego, fue maltratada psicológicamente, le permitían
correr dentro del pequeño cuarto, le dieron “oportunidad” de esconderse en
baño, donde ella imploraba a gritos que la dejaran tranquila.
Durante casi 40 minutos vivió el terror de saber que iba a morir. Entonces los dos
asesinos entraron al baño, le dieron cinco puñaladas, la dejaron herida y llena
de sangre, intentaba escapar por la parte de arriba, entonces las paredes
quedaron manchadas de rojo. Era la escena que mostraba sus últimos minutos
terroríficos de vida. Finalmente decidieron asesinarla y le dieron nueve
navajazos más.
Fue el 16 de abril cuando dos cuerpos en estado de
putrefacción, con evidentes heridas producidas por armas de fuego y punzo
cortantes, fueron localizados en un potrero de la colonia Miguel Hidalgo del
municipio de Coatzintla.
Vecinos del lugar dieron aviso del macabro hallazgo a la Agencia Veracruzana de Investigaciones.
Vecinos del lugar dieron aviso del macabro hallazgo a la Agencia Veracruzana de Investigaciones.
Era el cuerpo desnudo de Tania Santiago de la Cruz
quien recibió tres tiros de gracia en abdomen y dos en el pecho, mientras que
el hombre vestido con pantalón de mezclilla, color azul añil, presentaba
heridas en la espalda.
El presunto asesino, fue detenido, pero en menos de
un mes salió bajo fianza.
Navidad
sangrienta 2013
Fernando Franco Zaragoza, disparó un balazo en la
cabeza de su hija de un año, luego contra su esposa a quien le perforó el
cuello. Finalmente el hombre se suicidó también de un balazo en la cabeza. Los
hechos ocurrieron durante la cena de Navidad en 2013.
La escena del crimen ocurrió en el domicilio ubicado
en la calle Victoria, entre las calles 22 y 24 de la colonia Cazones, en la
ciudad de Poza Rica.
Los hechos sangrientos fueron presenciados por un
menor de siete años de edad, hijo de Edith quien salió corriendo al ver al
“novio” de su mama disparar contra su hermana, su madre y luego suicidarse.
Contó que Fernando discutió con Edith, porque le
exigió que destruyera unas fotos, ella no quiso, “me dijo quítate y se dirigió
a la recamara de mi hermanita, salió con ella en los brazos y le disparó en la
cabeza, mi mamá se abalanzó contra él y le disparó también, luego se puso la
pistola en la cabeza y se disparó”, relató el niño a las autoridades
ministeriales.
La ONG reporta 5 mil desaparecidas en la última década |
Edith Franco, trabajaba como obrera en el
departamento Perforación y Producción en Petróleos Mexicanos, tenía 38 años de
edad y se encontraba refugiada en el domicilio de su madre, por las constantes
golpizas que su ex pareja, le propinaba para obligarla a regresar a vivir con
él.
Fue el 24 de diciembre cuando Edith acudió a la
iglesia junto con Fernando y sus dos hijos, luego se dirigió al domicilio de su
madre donde vivía, allí cenaría la pareja para dialogar buscando arreglar sus
problemas, pero el asunto se complicó y termino en tragedia.
Feminicidio
imparable
En la comunidad de Tres Flechas, municipio de
Coatzintla, los vecinos alertaron a la policía sobre el hallazgo del cuerpo de
una mujer en el interior de un contenedor de chapopote en las instalaciones del
pozo petrolero Poza Rica 299, 347 y 349.
En el lugar fue localizada la mujer sin vida. Se dijo
que la mujer fue asesinada en el contenedor durante la madrugada, ya que en el
lugar había huellas de neumáticos. Este homicidio ocurrió el 18 de marzo 2013.
El cuerpo de la joven se encontraba cubierto por
completo de chapopote y con una soga atada al cuello, mientras que el otro
extremo estaba atado a una viga del contenedor.
Mujeres
al filo de la muerte
La ira de Orlando le llevó a agarrar un machete
filoso, salió de sus “casillas” como siempre acostumbraba y le destrozó el
rostro a María Hernández. Ella es una más de las mujeres víctimas de la
violencia sanguinaria en la zona norte del estado de Veracruz.
Con el rostro ensangrentado por tres machetazos y
que le causaron heridas de 15 centímetros en la mejilla, nuca, oreja y cuello,
la joven María Hernández Cázares casi pierde la vida a manos de su esposo, la
tarde de este martes 3 de marzo.
Los hechos sangrientos ocurrieron a las 14:00 horas
en la comunidad “El Marino”, municipio de Cazones de Herrera.
Los testigos cuentan que la joven sufría agresiones
físicas por parte de su pareja ycansada de la violencia, decidió huir al
domicilio de sus padres, donde su marido de nombre Orlando Carballo Reyes, fue
a buscarla para regresarla a vivir con él.
María Hernández Cázares tiene 28 años de edad y su
esposo 30 quien la atacó a golpes, la tiró al piso y en ese instante tomó un
machete con el cual causó las heridas profundas en la cara de la joven mujer.
Estos datos y el recuento es con motivo del “Día
Internacional de la Mujer” que se celebra el 8 de marzo. La violencia contra la mujer no se detiene y cada vez son
más sangrientos, declaran activistas e integrantes de Organizaciones no
Gubernamentales.